José Luis y Rosa pasaron la primera semana de Octubre en Bogotá resolviendo trámites burocráticos necesarios, inscripción de los niños en la embajada, apertura de cuentas…En una ciudad tan grande como Bogotá, en la que el transporte público no funciona bien, conseguir solucionar todos los temas en un periodo breve de tiempo se convierte en una aventura.
De inmediato salieron para Necoclí donde encontraron su casa en buenas condiciones; pese a ello ha sido necesario realizar una pequeña obra de acondicionamiento para poder llevar a cabo las actividades previstas. Hablando ayer por teléfono con José Luis, comentaba que están en un periodo de muchas lluvias y que ha sido bastante complicado llevar los materiales hasta la casa, porque utilizan principalmente mulas para el transporte y los ríos de agua que circulaban, hacían los caminos inaccesibles. Gracias al Señor la obra está ya casi concluida de forma muy satisfactoria y en un tiempo record de poco más de un mes.
Paralelamente, como estaba previsto, han tenido que legalizar su actividad ante las autoridades colombianas, ante el Ayuntamiento y el Instituto Colombiano de Bienestar familiar. Igualmente pensábamos que esta legalización podía demorarse más de dos meses, pero seguramente en diez días esté ya resuelta.
Los hijos de Rosa y José Luis están adaptándose sin demasiados problemas. Las primeras semanas lo peor fueron los mosquitos. Esperamos que este sea el mayor de los problemas que les surjan.